En medio de una pandemia que cambió el mundo, cuando muchos estaban confinados en sus hogares, una familia encontró en su cocina un refugio y una inspiración. Somos un economista, una psicóloga y una pequeña soñadora, unidos no solo por la sangre, sino por un amor compartido por la buena comida y los momentos que giran alrededor de la mesa. En el año 2020, cuando todo parecía incierto, decidimos transformar nuestra pasión en un proyecto que pudiera llevar alegría a otros hogares, así como lo hacía en el nuestro.

Lo que comenzó como una simple idea en nuestro apartamento, pronto se convirtió en una realidad gracias a nuestro empeño y la confianza que el Fondo Emprender depositó en nosotros. Así nació nuestro restaurante Mi Nona Steak, una extensión de nuestra casa, un lugar donde cada plato cuenta una historia y cada bocado es un homenaje al esfuerzo y al amor con el que iniciamos este viaje.